El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes, Tatiana Tibuleac

By on diciembre 7, 2020, in Reseñas

«El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes» es un título embacuador, hechizante, imposible de evitar. Una puerta entornada que abriríamos aunque nos explicasen que detrás aguarda el infierno, es la manzana de Eva (¿o era de Adán?). ¿Cómo no abrir este libro, cómo no comprarlo, cómo no leerlo?

¿Qué tiene la tristeza para atraer tanto la belleza? Creo que nunca escribí tanto como cuando estuve triste. Tal vez tampoco mejor. Creo que todas las mejores historias que he leído están inspiradas o rodeadas de tristeza. La tristeza de la muerte, la tristeza de la pérdida, de la enfermedad, la tristeza de la incomprensión.

Tal vez la belleza que encontramos en las historias tristes sea precisamente el lugar hacia donde nos conducen. Tratar de encontrar la salida, buscar la esperanza, tal vez lo mejor de la tristeza sea que sepamos que ha de terminar algún día. Tal vez esa búsqueda, o esa espera, sea el lugar donde, oculta, reside la belleza de las historias tristes.

La historia de la madre que aquel verano tuvo los ojos verdes es una historia triste y hermosa. Dolorosamente bella. Emocionante. Un lugar en el que darse a pensar, a reconocerse. La pérdida, que todos hemos sentido; la muerte, que nos aguarda; la incomprensión, que nos acompaña dentro de nosotros mismos.

Léanla.

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