La referencia a esta obra de Yeats es constante por parte de otros autores. Es celebrada como una de sus mejores obras y llegué a ella con bastante expectación después de que además no me fuese fácil encontrarla. La verdad es que es una obra magistral, pero cuyo ambiente me transportó a un escenario no esperado. La historia se desarrolla en el entorno de las leyendas populares de Irlanda y no sé por que extraños motivos, las continuas referencias a esta obra y a su contexto me habían hecho pensar en la Condesa Markievitz, o incluso en Maud Gonne a la hora de leerlo. En cambio, a pesar del giro brutal en la escena, es una obra en la que se reconoce al genio que fue Yeats.