Este volumen representa la última época del escritor, el libro finaliza con su muerte. Lo leí en Copenhague, en las largas horas de lectura que pasé en los cafés al abrigo del tiempo y de la soledad. Me ha resultado una lectura bastante impactante, por ver la lucidez con la que Márai llegó hasta el final, la claridad con la que expresaba su deseo de no prolongar su existencia más allá de los límites de la dignidad y cómo planificó acabar con su vida antes de rebasar esa línea de no retorno.

Impactante también cómo narra su decadencia física, la suya y la de su mujer, a quien se mantuvo fiel desde tantos años atrás. Tal vez la única fidelidad perdurable de su vida. Narra con una crudeza extrema su camino hacia el final, la forma en la que se va quedando solo en un mundo que cada vez le resulta más extraño y absurdo.

Una lectura que disfruté muchísimo, y que me hizo detenerme y pensar. Algo tan necesario en este tren de prisa en el que vivimos.