Recopilación de cuentos que leí en Odense, el lugar de nacimiento del autor y donde casi todo lo que encuentras tiene alguna relación con el mismo. Estatuas por doquier, placas conmemorativas, incluso los dibujos de los peatones de los semáforos simulan la silueta del autor danés. En cuanto a su literatura, tengo que decir que me sentí un tanto defraudado. Es obvio que muchos de los cuentos leídos uno ya los conoce porque son ya parte de la cultura popular, pero me quedó un regusto amargo de esta lectura, como si la calidad literaria de la obra de este autor no estuviera a la altura de su fama universal.

Más allá del libro me gustó la ciudad, tranquila, gris y aburrida hasta decir basta, y me gustó muchísimo su casa museo, las historias sobre la vida de Andersen que allí pude encontrar. Mucho mejor eso que sus cuentos, o al menos en este momento mucho mejor a mis sentidos.