Este libro en concreto me ha parecido una señora novela. Me ha traído recuerdos muy personales la representación extraordinaria de cómo en el entorno rural se idealiza a la ciudad y a todo lo que ella representa. El personaje principal que a la novela le nace, Faroni, es un personaje fascinante, alguien con el que cualquiera, vengamos de donde vengamos, de una forma más o menos exagerada, nos identificaremos en algún momento, sobre todo en los momentos esos de frustración íntima en los que hemos llegado a una determinada edad sin haber hecho aquello que soñamos en la época en la que todavía se podía soñar. Construir el mundo real que hubiera deseado en la ficción, una empresa difícil, sugerente, tentadora que el autor realiza con mucha naturalidad.

Un libro recomendable, sin duda.