Hay libros que te hacen viajar, libros que te hacen vivir las vidas de otros, libros que te hacen creerte quien no eres, imaginarte quién podrías ser o quién hubieras sido, hay libros que abren la puerta otros libros, a películas, a personas. Y además, libros que invitan a beber.⠀
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A veces miro la literatura como si ya nada pudiera sorprenderme y de repente me encuentro con esta joya de Garci, que tiene casi 25 años, y me hace preguntarme dónde ha estado todo este tiempo. Qué genio Garci, ahora ya no puedo vivir sin ir a sus películas, o a las de Welles o Buñuel, o ver de nuevo Casablanca, o ir de una maldita vez a Manhattan a tomar un Manhattan, imaginar cómo será La Mina en la Habana y el Daiquirí de Ruberman, un Gin Fizz en el Palace frente a Neptuno o un Negroni en los ojos de Audrey Hepburn. Después de leer a Garci estoy seguro de que no es que no me guste el whiskey, es que seguramente nunca lo tomé apropiadamente.⠀
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Garci me ha recordado que la vida es maravillosa y está llena de cosas maravillosas y que tenemos que hacerlas, o intentar hacerlas. Mejor si la miramos acompañada de un buen cocktail. No sé si podré ir pronto a Cuba o a Nueva York pero a buen seguro tendré que hacerme con una coctelera y un vaso mezclador. Hay que empezar por algo.⠀