Nunca he sido amigos de libros de este tipo, pero este nos lo regalaron Miguel e Isa y empezamos a leerlo sin saber que resultaría tan influyente en nuestras vidas. Ha sido muy importante para nosotros. Primero por la forma de leerlo que hemos tenido, tan entrañable, mientras el niño dormía plácidamente o las más de las veces, mientras se alimentaba del pecho de su madre. Un libro leído en voz alta, para los dos, con las consabidas pausas, y con las reflexiones instantáneas sobre tantos conceptos acerca de la crianza de los hijos.

Un libro que nos ha hecho cambiar la visión de muchas cosas y que creo que nos va a hacer disfrutar muchísimo más del crecimiento de Darío.