Charlie y la fábrica de chocolate, Roald Dahl

By on febrero 8, 2021, in Reseñas

Era el verano de 2016, María acababa de cumplir dos años. Darío tenía seis. Paula, como se suele decir en este hogar, «ni siquiera estaba en el pensamiento». Hicimos un viaje inolvidable por Escocia, traspasando las fronteras del turismo, alcanzando el borde norte de la Isla, un extraño e inolvidable pueblo al que solo se puede llegar tras recorrer cientos de kilómetros por un camino en el que no caben dos coches porque la probabilidad de cruzarte con otro es tan improbable como la cobertura: BettyHill.

En aquel pueblo, en aquellos días en la casita en la cima del monte que merecerían un libro aparte, vimos la película de Johnny Deep. María no se enteró de casi nada. Darío de algo más y la vida siguió su camino.

Ahora, en este ejercicio de lectura comunitaria y fan como somos de Roald Dahl, hemos leído Charlie y la fábrica de chocolate. Un libro fantástico de un autor fantástico, que descubrió el secreto mágico de las historias para niños. Ahora, María tiene seis y era la encargada de leer la primera página de cada capítulo. Darío tiene diez y va y viene y trata de mostrar que esto es para niños pero acaba en el sofá leyendo su parte. Y Paula, que ahora tiene dos, solo oye el rumor y observa la escena sin entender demasiado.

Pronto todo esto pasará, pero uno de mis propósitos de este año es seguir inundando este instagram con portadas como ésta, seguir poblando la vida de esta cotidianeidad lectora. Todos juntos, ilusionados, intrigados, fascinados. Pronto pasará. Pronto pasará. Aprovechemos este tiempo, frugal y feliz.

0

Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.