Conrad era una de las innumerables asignaturas pendientes. Desde que leía a Reverte casi idolatrarlo en mis tiempos adolescentes, a ya un poco más adelante, cuando escuché a otros autores a los que tengo en tan buena estima, como Marías, por ejemplo, hablar tan reverencialmente de él, era una lectura obligada que más pronto que tarde tenía que acontecer. Aproveché el diseño de la lista de libros del club para colocar esta asignatura de manera obligatoria y la verdad, me resultó una lectura complicada. La temática es dura, el libro es denso, todo muy oscuro y sombrío, pocas luces y muchas sombras, todo lo que la historia necesitaba, lo que el tema requería. Uno de esos libros que estremecen y que dejan el cursor latiendo en espera de una próxima lectura.