Mario Vargas Llosa es, yo creo, el mejor escritor vivo que he leído. Cada novela suya es insuperable, uno de los escritores más lineales en la excelencia que he conocido nunca. Lees una novela suya de hace treinta años, lees la última y en ambas reconoces al autor, en ambas reconoces a un auténtico premio Nobel, en ambas, en todas y cada una de ellas existe una obra maestra. Este héroe discreto narra dos historias que terminana entrecruzándose, técnica que usa con frecuencia el peruano. Dos historias llenas de la intriga necesaria, de personajes excepcionales que hacen que su lectura sea una auténtica delicia.