
La colina de Watership,
By José Luis Pineda on mayo 11, 2023, in ReseñasSiempre que Antonio me regala o recomienda un libro, lo leo con entusiasmo porque tiene una precisión de cirujano para saber qué tipo de lecturas van a gustarme. Nunca lo recuerdo fallar en este respecto. Cuando empecé a leer La colina de Watership, le mandé un mensaje que decía algo así como «¿Me vas a hacer leerme una novela sobre conejos?». Sigue leyendo, fue su respuesta.
Después hablaré de la novela, pero lo primero que me asalta es la sensación de cuántas cosas nos perdemos porque no nos resultan aparentemente atractivas. Vamos subidos en un raíl y tenemos tan poco tiempo que pensamos que debemos ser estrictamente selectivos con todo aquello que hacemos: lo que leemos, lo que vemos, lo que escuchamos, incluso con quién estamos. Es angustiante si nos detenemos a pensarlo. Jamás hubiera leído una «novela de conejos», no me interesan en absoluto los conejos, no tengo tiempo para ellos. Pero qué necesario es tener alguien en la vida que de vez en cuando te diga «sigue leyendo», que es una manera como otra cualquiera de decir, salte del raíl, detente, olvídate de lo que piensas.
La lectura de la novela fue fabulosa, después ya uno ve que es un «clásico» (cuán vasta es la ignorancia) y entiende por qué hay libros que vencen al tiempo, y da igual que los personajes sean conejos o marcianos, porque lo importante es lo que hay detrás de ellos, las cosas que nos atraviesan como humanos: la aventura, la amistad, el amor, la pasión, los valores que nos vertebran, como individuos y como sociedades. Recordaré para siempre a Avellano-rah, Pelucón, Quinto, Vulneraria, Frith, El-ahrairah y toda la pléyade conejil que me han hecho mirar las madrigueras de otra manera cuando corro y camino por el campo. Ya no veo la cuneta del puente, ahora veo Éfrafa, ya no digo, «mira, un conejo», sino que me imagino que viene o va a silflay o hraka y trato de recordar que a veces uno debe salirse del carril, detenerse, escuchar a los que dicen: sigue leyendo.