Hay libros, como éste, que cuando los leo pienso … ¡qué buena lectura para motivar a los chavales! Pequeñas historias cortas con la aventura como protagonista, con la literatura de fondo de todas ellas, con los grandes personajes de la historia de los libros. Pushkin muriendo en duelo, la reencarnación de Shakespeare, Gutenberg … la ficción al servicio de la ficción. La literatura al servicio de la literatura. Voy leyendo y diciendo, este libro deberían tenerlo de cabecera los profesores para incitar a la lectura, ¿quién puede resistirse a caer en esta tentación con estas historias tan divertidas, intrigantes, espectaculares? Pero después mi hijo se apasiona hablando de fortnites, skins, battles royale, otakus, y brawlers y me voy dando cuenta del carcamal que estoy hecho.