La vida, Eloy Sánchez Rosillo

By on marzo 8, 2021, in Reseñas

La vida transcurre a una velocidad constante, aparentemente lenta, en una sucesión de días iguales, que, mirados hacia atrás, provocan el vértigo de la pérdida, de todo aquello que nunca va a regresar, del bien más preciado que tal vez estemos malgastando. Hoy voy a despedirme de la que siempre ha sido mi casa y anoche me di cuenta de que ni siquiera me he detenido a pensar en eso. La vida nos arrastra hasta arrebatarnos la pausa, la capacidad de pensar en lo que de verdad importa.

Anoche estaba tocado, tal vez por la inminencia de la pérdida que se acerca, y a pesar de que no encaja últimamente en mi tiempo medido y preciso, decidí sacar de mi mente el informe inacabado, el guion audiovisual, la prensa catalana, los califas del toreo, el calendario de mañana; decidí olvidarme de todo eso y abandonarme a la poesía, encontrar el bálsamo de antaño. La poesía es el remiendo efectivo cuando se abren las costuras de una vida demasiado organizada. Me ayuda a recordar que nada es importante, sólo el tiempo que se escapa.

Leí y leí hasta el final de este poemario precioso, sutil, evocador, que me llevó a las puertas del verano, a la felicidad que puede provocar el silencio, el calor de la luz que nace y nos atraviesa. Me acercó a la nostalgia del amor, a los tiempos en los que uno esperaba. Esperar. Sentir. Y no olvidar que, como dice su autor, Eloy Sánchez Rosillo, «…Los días que vendrán ya vinieron. Y luego cae la noche. A la vez respiramos la luz y la ceniza. Principio y fin habitan en el mismo relámpago».

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