Esta novela de Baricco, siendo buena, gustándome bastante, me ha dejado un punto de decepción. Tal vez uno se vuelve demasiado exigente con los escritores que nos parecen sublimes y como dijo aquél no se puede ser sublime todo el tiempo. El comienzo de Mr Gwyn es trepidante, el planteamiento de la historia, al más puro estilo Baricco, todos los cimientos para construir una obra maestra que al final termina perdiéndose un poco y dejando un final, para mí, decepcionante. Un buen libro, recomendable, pero que yo no pondría a la altura de los mejores del italiano.