Cuando un amigo escribe un libro, uno que es de muchos libros y de pocos amigos, su lectura es inevitable por motivos obvios. Yo, que he leído mucho a Toni Cruz, fundamentalmente hablando del Córdoba Club de Fútbol, he de reconocer que disfruté bastante de este relato surrealista. Peter Sobota es un personaje irreal, o no tanto, que empieza a enredarse en una serie de esperpénticas aventuras que a veces causan asombro y las más, sonrisas. El libro en sí me dio un aire a la archiconocida «Conjura de los Necios». Nada más lejos de mi intención compararlos, pero el ambiente me resultaba familiar.

En definitiva una alegría por ver como Toni cierra un proyecto nuevo y por haber leído a un amigo en un registro tan diferente al que estaba acostumbrado.