Robison Crusoe, Daniel Defoe
By José Luis Pineda on agosto 3, 2020, in ReseñasBien mirado se podrían encontrar paralelismos entre Crusoe y el Fortnite. Ambos son una aventura que se desarrolla en una isla. Hay armas y el objetivo es sobrevivir. Los ‘otros’ son enemigos aunque también pueden ser ‘aliados’. Hay que ponerse a resguardo de la tormenta. Bien mirado, tal vez los creadores de Fornite incluso fuesen fans de Robinson Crusoe porque hay muchas más similitudes de las que en principio puede parecer.
Como veis ando preocupado por el fomento de la lectura en Darío. La cuestión es que releí de nuevo Robinson Crusoe mientras Darío hacía el intento con una edición preciosa y adaptada de #Cucaña con cierta frustración por mi parte porque a él la historia le estaba pareciendo un auténtico coñazo. Los tiempos cambian y conviene no enrocarse en ellos. Cuando yo era pequeño soñé mil veces con la entrada de D’Artagnan a París, con su primer encuentro con el señor de Treville, Viernes, Tintín, John Silver. Ahora trato que esa fascinación que permanece inalterada en mí llegue hasta mis hijos, pero el mundo es otro, no sé si tal vez eso ya no sea posible. Ahora es el mundo del Diario de Greg. Y eso no es algo que esté bien ni mal ni todo lo contrario. Conviene tenerlo claro y dejar fluir el curso de los acontecimientos.
La cuestión es que yo me he vuelto a embobar con las aventuras de Robinson, con ese manual de supervivencia que a mí, hombre torpe con las manos, tanto me abruma. Leer aventuras es regresar a la infancia y siempre es el mejor momento para realizar ese viaje.