Mi tocayo José Luis Codes me recomendó una buena partida de libros la primera vez que hicimos tertulia. Ninguno de ellos me decepcionó, algunos me encantaron, y éste, por diversos motivos, el fundamental que no lo encontraba por ningún sitio, no lo había leído todavía. Hubo algo que reactivó mi interés en él y finalmente lo conseguí de segunda mano en internet y puedo decir que la espera ha merecido la pena. La historia del Charolito no tiene desperdicio. Un libro redondo con un estilo afilado, una de esas ficciones cuya realidad te salpica en la lectura. Que personaje el Charolito, ese ambiente ochentero y de suburbios que me ha traído a la mente muchas novelas de Marsé, un libro genial del que conviene no decir nada más que su lectura es irrenunciable.